Hace años, en mi anterior vida, fui uno de los decisores que permitió a mi antigua empresa invertir en Tappx. Supongo que eso creó un vínculo en el ámbito publicitario y digital con Daniel Reina, CEO y Cofundador de la compañía. Viendo su valor actual, quizá debí haber pedido alguna acción que otra…pero no nos centremos en el vil metal ya que esta es una bonita historia de amor.
Tras rediseñar mi vida profesional hacia la ayuda a las organizaciones – encontrar atajos, avanzar problemas, plantear retos – dejando atrás muchos años ofreciendo servicios digitales y dirigiendo amplios equipos internacionales, tuve la suerte de poder vivir desde primera fila el crecimiento de Tappx y estoy muy orgulloso de poder colaborar con profesionales que son por encima de todo grandes personas y, además, fiables y entregados como pocos.
Ser uno de los pioneros de la industria móvil y digital ha marcado mi forma de entender los negocios y la gestión de equipos. Con formación en comunicación, abandoné Barcelona para descubrir Madrid y el mundo siendo ya padre pero aún muy joven para poder disfrutar de una de las épocas más efervescentes de la historia del sector tecnológico como fue el inicio del siglo XXI.
Nuestra relación actual con Tappx se inició en 2018, a finales, y se ha ido estrechando con el paso de los años, intensificando mi tiempo de dedicación y mi nivel de integración. La continuidad que buscaba el CEO de la compañía en mi aportación se centraba en 2 tipos de proyectos:
Todo ello desembocó un año más tarde a un par de sesiones con todos los empleados en las que ya trabajamos de forma algo ligera conceptos tan potentes como Propósito o Valores. Esos son los GPS clave en el desarrollo de cualquier empresa o agrupación de personas con un fin común. Sin ellos no sabes donde vas.
En el siglo XX, todos lo negocios se crearon en base a 3 fundamentos y una ecuación (las 3 Ps):
Profit = Product + Process
Afortunadamente durante este siglo hemos sabido añadir 2 Ps claves a este axioma que dan sentido, continuidad y solidez a la idea original: People y Purpose. Por ello, no hay negocio de éxito real que no trabaje esos conceptos como elementos básicos de negocio.
Volviendo a mi historia, unos meses más tarde de aquellas primeras sesiones, los mordiscos a un pangolín nos trajeron consecuencias y tuvimos que poner on hold algunos procesos. Sin embargo, el sabio refranero ya nos dice que Dios aprieta pero no ahoga, así que el lado cara de la moneda COVID fue la aparición de la primera persona en Recursos Humanos de la historia de la organización, que se ha acabado convirtiendo con el tiempo en mi partner in crime a la hora de definir necesidades, desarrollos y proyectos.
Cuando Pat Iglesias se incorporó la empresa tenía apenas unos 25 empleados y ahora nos manejamos con 100 personas, lo cual supone un crecimiento sumamente intenso en 3 años. Dada esta velocidad, la dificultad de dimensionamiento y las necesidades que han ido apareciendo han supuesto un reto constante. Más si cabe, teniendo en cuenta que el crecimiento no se ha producido únicamente de forma orgánica sino con la adquisición de proyectos que, además, se ubicaban lejos de las oficinas centrales de Barcelona.
En base a este contexto mi aportación al proyecto se circunscribe en 3 grandes ámbitos y con modelos de intervención específicos:
Os cuento detalles de los 3 epígrafes para que no suene pretencioso.
El desarrollo y la fidelización de talento son puntos cruciales. Quizá son el elemento principal del éxito de una empresa y muchas acciones inciden en la difícil relación entre empleado y empleador.
La inclusión de la famosa P de People, como indicaba antes, eleva los recursos humanos, tan denostados en el pasado, a un nivel esencial dentro de las empresas. People se convierte en el mayor activo de la compañía. Quien lo niegue no entiende lo que está sucediendo a su alrededor. Es un ACTIVO estructural. Es el GRAN CAMBIO de mentalidad. Es la REVOLUCIÓN REAL.
Identificar el talento, recompensarlo adecuadamente, entender sus fluctuaciones emocionales, seguir buscando en el mercado, construir una propuesta atractiva, administrar el modelo híbrido desde el equilibrio,… son trabajos de Hércules. Afortunadamente, el nivel de rotación es suave y conseguimos mantener un alto nivel de engagement sin tirar la casa por la ventana. El sector publicitario maneja altas remuneraciones en según qué posiciones pero el trabajo que llevamos a cabo se centra en adelantarnos con seguimientos individuales de piezas clave y cubrir las motivaciones de crecimiento, estabilidad y visibilidad en base a contribución.
People es el mayor activo de la compañía, el gran cambio de mentalidad, la revolución real.
Tengo la suerte de conocer y trabajar con muchxs empresarixs de éxito. Y valoro ese éxito desde la perspectiva de construir un proyecto que genera riqueza y que aporta valor, con independencia de si factura 5 o 500 millones. Pues bien, todxs ellxs coinciden en un punto: lo más complicado, el gran reto al que se enfrentan, no son el mercado, la competencia, la innovación, la regulación, las tendencias,… son las personas que colaboran y trabajan en el proyecto.
Por eso, el cuidado y el acompañamiento de valor en ese ámbito impacta de forma tan sustancial en los resultados.
Uno de los proyectos más motivantes que pueden llevarse a cabo en una organización es el de definición cultural y diseño de un modelo paraguas que pueda acoger las realidades de todas las culturas adquiridas. En Techsoulogy el proyecto no podría llamarse de otra manera… efectivamente, lo denominamos Culturology. En él hemos construido un equipo transversal que representa todas las áreas con perfiles que engloban diferentes cargos, antigüedad y género.
El proceso está guiado por una metodología utilizada por muchas de las grandes compañías a nivel mundial: Culture Model Canvas. Empresas tales como Spotify, Patagonia, Microsoft, Ikea o Amazon han definido su cultura organizativa gracias a este canvas que permite visualizar la personalidad, el espíritu, de la compañía de forma muy sencilla y activable. La posibilidad de encontrar de forma conjunta los atributos identificativos de Techsoulogy está siendo un proceso motivador e inspirador que va en su recorrido va siendo validado por el Comité Directivo y esponsorizado por parte del CEO.
Los objetivos de un aterrizaje tan diáfano de la cultura de la compañía conlleva una serie de objetivos que impactan de forma positiva en el negocio: fidelización y retención del talento existente y entrante, alineación en cuanto a prioridades estratégicas, modelo de toma de decisiones, definición de estilo de feedback, protocolo de reuniones, etc… En definitiva, la vida que genera la organización y que permite entablar relaciones productivas.
Este proyecto es iterativo y se prolonga en el tiempo ya que aplica a un ser tan vivo como es la propia empresa, por ello conlleva una continuidad y dedicación elevadas.
Finalmente, el tercer gran bloque de colaboración es el Modelo de Liderazgo especialmente impactante en la línea de middle managers, denominados Team Leaders, y que soportan el mayor peso en cuanto a responsabilidad de cohesión y desarrollo de los equipos. Tener el privilegio de poder trabajar codo con codo con esa capa es un gustazo. Es un proceso que combina mentoring, formación, coaching y facilitación, apoyándose en seguimientos individuales y en intervenciones de equipo de forma cadencial.
El programa formativo está diseñado bajo el paraguas de un concepto muy potente: el Autoliderazgo. Al fin y al cabo, es imposible gestionar de una manera adecuada a un número determinado de personas si no desarrollas las competencias pertinentes para poder llevarlo a cabo contigo mismo. El hecho de trabajar muchas sesiones de forma conjunta permite descubrir que muchas de las circunstancias y retos a los que se enfrentan todos ellos son más comunes de lo que creen. Ahí utilizamos dinámicas de inteligencia colectiva para resolver, encontrar soluciones y llegar a acuerdos de aplicación. El hecho de reflexionar en grupo es en ocasiones catártico y construye vínculos muy potentes entre todos los Team Leaders.
En resumen, mi relación como coach corporativo de Techsoulogy me permite considerarme un activo más de la compañía y disfrutar de los momentos eureka como si fueran muy propios. Es una colaboración muy gratificante que además me permite seguir creciendo y aprendiendo al tiempo que lo hace la propia compañía mientras retiene el talento adquirido. Una suerte de simbiosis que confío se prolongue todo el tiempo en el podamos aportarnos mutuamente.
